El alzheimer es una enfermedad insidiosa, explica Daniela Servitad, psicóloga y coordinadora Académica del Curso de Adiestramiento de Cuidadores de la Fundación Alzheimer de Venezuela. Explicó que se trata de una afectación a la salud mental que “inicia lentamente y no tiene síntomas obvios al inicio; se estima que la mayoría de los casos ya llevan alrededor de 10 años en curso al momento del diagnóstico”.
Dijo que muchas veces los estigmas e ideas preconcebidas que “se tienen sobre el envejecimiento, desestimando señales de alarma y posibles síntomas, justificándolos como ‘mañas’ o cosas ‘normales’ que ocurren a consecuencia de la edad, cuando no es así”, hacen que los indicios de la enfermedad pasen desapercibidos.
En ocasiones, esta enfermedad es conocida como demencia, obre lo cual la especialista explicó que “es el término común que se da a los trastornos neurocognitivos mayores, dentro de los cuales la enfermedad de Alzheimer es el tipo más común y más frecuente a nivel mundial. Por lo que todo alzhéimer es demencia, pero no toda demencia es alzhéimer”.
Por su parte, Mira Josic de Hernández, presidenta del Consejo Directivo Fundación Alzhéimer de Venezuela, explicó que el alzhéimer es un tipo más común de demencia entre el 60% al 80% de los diagnósticos. «Demencia es el término general para designar un conjunto de síntomas que afectan al cerebro. Entre otros tipos de demencia se encuentran la demencia frontotemporal, la vascular, la por cuerpos de Levy, enfermedad de Pick, entre otros».
Servitad agregó que para que se produzcan trastornos neurocognitivos también “existen otras posibles causas o tipos como a consecuencia de una enfermedad vascular, consumo prolongado de sustancias como alcohol y otras drogas o incluso a consecuencia de un traumatismo craneoencefálico. Cualquier enfermedad, desorden o situación que altere la estructura y funcionamiento del cerebro puede tener como consecuencia el desarrollo de la demencia”.
Causas y diagnóstico
Servitad explicó que “solemos asociar fuertemente la demencia con la pérdida de memoria y, ciertamente, es uno de las primeras señales de alarma y uno de los síntomas más llamativos, especialmente, porque en general vemos fallas en la memoria reciente y no la remota. Muchos se preguntan por qué se olvida una conversación que se tuvo hace cinco minutos, pero no algo que ocurrió hace 20 años. Tiene que ver con que se trata de diferentes estructuras en el cerebro que manejan esa información, por lo general se deteriora primero la región asociada a la memoria reciente”.
No obstante, existen otros síntomas “a nivel mentales, incluso a nivel psiquiátrico y conductual. Es común que haya fallas en el nivel de atención de la persona, en su capacidad para comprender o expresarse en el lenguaje sea hablado o escrito, así como desorientación en tiempo y espacio”.
Añadió que “conforme avanza el deterioro se aprecia, mayor dificultad para llevar a cabo tareas de la vida diaria como, por ejemplo, su aseo personal, vestirse, alimentarse por su cuenta, tareas domésticas sencillas o más complicadas. Es común, además, observar cierta inquietud o necesidad de la persona de estar en movimiento. Por supuesto, cada caso es único y puede presentar diversos síntomas”.
Señales de una posible enfermedad
Servitad añadió que existen 10 señales de alarma que pueden dar el primer llamado de atención a los familiares y cuidadores de un posible desarrollo de la enfermedad de Alzheimer. Enumeró los siguientes síntomas:
1. Pérdida de la memoria que afecta la vida diaria. Esto va más allá de los olvidos benignos, se nota especialmente al hacer preguntas repetitivas con mucha frecuencia en un período corto de tiempo y no ser capaz de recuperar la información.
2. Dificultad para planificar o resolver problemas.
3. Dificultad para realizar tareas que deberían ser familiares como cocinar, conducir, hacer las compras o usar el celular.
4. Confusión con horas, fechas o lugares, incluso perderse en lugares que deberían resultar conocidos, como no poder recordar cómo volver a casa después de salir a hacer alguna diligencia.
5. Problemas para comprender imágenes y relaciones espaciales, problemas de equilibrio, juzgar distancias y tropezarse con las cosas con mayor frecuencia.
6. Problemas con las palabras al hablar o escribir. Dificultades para seguir una conversación o encontrar una palabra que se está buscando. Por ejemplo, esa cosa en tu muñeca que dice la hora en lugar de decir reloj.
7. Poner objetos en lugares equivocados donde pueden dañarse y dificultad para volver sobre sus propios pasos, como poner las llaves en la lavadora o el reloj en el envase del azúcar.
8. Disminución o falta de criterio, no poder manejar bien el dinero, prestar menos atención a la higiene o tener dificultad para cuidar a una mascota.
9. Aislamiento social o laboral, no participar en actividades que usualmente realiza.
10. Cambios en el estado de ánimo o personalidad que no tienen motivo aparente o se dan con mucha rapidez.
¿Es posible prevenir el alzhéimer?
Un estilo de vida saludable podría ser una de las herramientas para proteger al cerebro de una afectación mental, acotó Servitad. “Lo mejor que podemos hacer para prevenir esta condición es tratar de llevar un estilo de vida saludable, sin excesos ni déficits».
Recomienda tratar de mantener una dieta balanceada, hacer ejercicio físico, mantenernos estimulados mentalmente que puede ser no solo a través de crucigramas y sudokus, sino a través de cualquier actividad que implique un aprendizaje. «Por ejemplo, aprender a hablar un nuevo idioma, a tocar un instrumento, hacer manualidades, aprender sobre cosas nuevas que llamen mi atención”.
Agregó que “todo esto implica estimulación mental y ayuda a generar lo que se llama una reserva cognitiva que esencialmente permite al cerebro a tolerar mejor los efectos de la demencia en comparación a si no hubiera realizado ninguna de estas actividades. Básicamente, con toda esta estimulación se generan nuevas conexiones saludables en el cerebro que, de alguna manera, ayudan a que la persona tenga más independencia y autonomía cuando se presentan señales de deterioro”.
Aunque no existe todavía una manera 100% segura para evitar por completo padecer esta condición, Servitad dijo que cada día hay más avances en el campo científico para desarrollar nuevos medicamentos y medidas preventivas. «Se deben evitar los excesos en cuanto al alcohol, cigarrillos y otras sustancias que puedan resultar nocivas para la salud. Evitar un estilo de vida sedentario, tener control médico si se padece de enfermedades como diabetes e hipertensión. Evitar el aislamiento social, acudir a recibir apoyo profesional si se padece de depresión”.
Mira Josic De Hernández recomienda también evitar los golpes en la cabeza, usar el cinturón de seguridad en el carro y casco en la moto y evitar deportes violentos como el boxeo y el rugby.
¿Qué hacer después del diagnóstico?
Otra indicación médica importante es que si se tiene alguna sospecha se debe acudir con un especialista, “bien sea neurólogo, geriatra, internista, pero que tenga experiencia en el campo de la demencia para poder llegar a un posible diagnóstico”.
Luego, según Servitad, “lo principal es seguir las indicaciones y recomendaciones médicas, esta es una condición que implica un deterioro progresivo que impide a la persona mantener un estilo de vida independiente, por lo que requiere del apoyo de familiares o cuidadores”.
Explicó que son cuatro los pasos a seguir para poder sopesar las consecuencias de la enfermedad: “Si se quiere tener el mejor pronóstico posible es indispensable contar con una rutina diaria que incluya cuatro aspectos fundamentales. En primer lugar, cumplir con el tratamiento farmacológico indicado. Si bien no es una cura, estos medicamentos ayudan a lidiar con los síntomas que se presentan y permiten tanto a paciente como a familiares tener mejor calidad de vida. Segundo, tener estimulación mental dependiendo de los gustos e intereses de la persona, puede ser con rompecabezas y sopas de letras, puede ser jugando dominó o cartas”.
Tercero, tener algún tipo de estimulación física según las capacidades de la persona, puede ser yoga, tai-chi, bailoterapia o incluso simples caminatas o estiramientos en casa. Hay que evitar quedarse sentado todo el día.
Por último, tener algún tipo de interacción social frecuentemente. «Es importante que la persona todavía se sienta parte de la familia. No tratarlo como un niño, ignorarlo o hablar de él como si no estuviera presente. Tratarlo con respeto y cariño, así a veces no me trate de la misma manera o no esté seguro de si sabe quién soy siquiera”.
“Sigue siendo una persona a la que se tomó la decisión de cuidar y ayudar. Se debe asumir esa decisión con responsabilidad. Si no se está dispuesto o no se sabe cómo llevar a cabo esta labor, puede acudir a instituciones especializadas que trabajen con esta condición, bien sea para pedir apoyo con cuidadores calificados o para instruirse en cómo brindar el mejor cuidado posible a su familiar”.
Autor: Keissy Bracho
Fuente: https://hispanopost.com/es-posible-prevenir-la-enfermedad-de-alzheimer-esto-dicen-dos-expertas/